PROTECCIÓN DE LÍNEAS AÉREAS

Además de las descargas atmosféricas, las inducciones procedentes de circuitos de transporte de energía eléctrica también pueden perturbar los equipos en el caso de incorporar líneas muy largas y cercanas a líneas de alta tensión. Las sobretensiones se producen normalmente como tensiones de modo común de igual magnitud en ambos conductores de un par trenzado; pero en presencia de un desequilibrio, se pueden producir también tensiones de modo diferencial.

Existen cuatro fuentes básicas de falla: las descargas eléctricas atmosféricas, el servicio eléctrico local, los sistemas eléctricos vecinos y el equipo eléctrico propio de la instalación. Cada uno de estos factores pueden crear sus propias formas de anomalías. De todas estas fuentes de falla, el rayo es obviamente la mayor amenaza, el que representa el mayor riesgo, en términos de potencial destructivo y fenómeno de falla.

Un impacto de rayo directo en la línea de energía en la entrada del servicio, puede causar daños muy graves dentro de las instalaciones que no están protegidas o que están mal protegidas. Además si protegemos la instalación contra rayos esta estará también protegida contra otras anomalías en el sistema eléctrico.

Aunque las causas de las anomalías en una línea de energía pueden variar significativamente de acuerdo con su localización, los resultados son los mismos. Los equipos fallarán inmediatamente o se degradarán en poco tiempo. Las fallas pueden ser catastróficas y de alguna manera, en poco tiempo, se requerirá la reposición, la reparación, la reprogramación, o el rearranque del programa en ejecución. Cualquiera de estos eventos puede originar pérdida de tiempo y de dinero. Todos estos eventos pueden ser eliminados con el acondicionamiento apropiado del equipo de fuerza, adecuadamente instalado y mantenido. La mayoría de estos eventos pueden ser eliminados por medio del uso de equipo de protección relativamente barato.

La protección de líneas aéreas de distribución se logra por medio de un hilo de guarda y, mediante apartarrayos en las líneas vivas. El primer método es aceptable en donde el terreno por donde pasa la línea tiene un baja resistividad y, el segundo método, en terrenos donde se tienen resistencia a tierras de electrodos de 25 a 250ohms.

Estos dos métodos son para evitar la caída de rayos sobre las líneas de alta tensión, si bien con esta protección no estaremos seguros de que no caiga un rayo en nuestra línea y por esto tendremos la necesidad de protección de las líneas de alta tensión con limitadores de sobretensión, aunque esto corresponde al nivel de protección secundario, debido a que estas líneas son susceptibles de propagar las sobretensiones por caída de rayos a distancias lejanas y estas sobretensiones si consiguen llegar por la red de alimentación a los equipos podrían dañarlos de manera irreparable, ya que como se ha dicho antes la sensibilidad de un componente de silicio a las sobretensiones es extremadamente alta y como es sabido la mayoría de los sistemas o equipos llevan componentes de silicio, simplemente por citar un ejemplo los ordenadores llevan una gran cantidad de componentes de silicio y son equipos muy sensibles a sobretensiones.

Además de estas líneas de alta tensión se deberían proteger las líneas de teléfono y transmisión de datos que son buenas conductoras de las sobretensiones