¿Qué es un audífono?

 

Un audífono es un dispositivo electrónico a pila que amplifica y cambia el sonido para permitir una mejor comunicación. Los audífonos reciben el sonido a través de un micrófono, que luego convierte las ondas sonoras en señales eléctricas. El amplificador aumenta el volumen de las señales y luego envía el sonido al oído a través de un parlante.

 

¿Cómo oímos?

 

La audición depende de la siguiente serie de eventos que transforman las ondas sonoras en el aire a impulsos eléctricos que el nervio auditivo (audición) lleva al cerebro. El oído tiene tres partes principales, descritas como el oído externo, el oído medio y el oído interno.

 

Las ondas sonoras entran al oído externo (pinna o pabellón) y viajan a través de un tubo estrecho (canal del oído) que conduce al interior del oído y al tímpano. El tímpano vibra con las ondas sonoras entrantes y transmite estas vibraciones a lo largo de tres huesos diminutos llamados osículos auditivos (martillo, yunque y estribo) en el oído medio. Estos amplifican el sonido y lo envían a través de la entrada del oído interno (ventana oval) hacia el órgano auditivo (cóclea), cubierto por fluido.

Las vibraciones crean ondas en el líquido que estimulan las terminaciones nerviosas de la cóclea (células ciliadas) causando impulsos eléctricos que el nervio auditivo (octavo nervio craneal) envía al cerebro.

El cerebro traduce estos impulsos en lo que percibimos como sonido.

 

Imagen del oído interno

 

¿Cómo pueden ayudar los audífonos?

 

Sobre la base de los resultados de la prueba de audición, el audiólogo puede determinar si los audífonos serán de ayuda. Los audífonos son particularmente útiles para mejorar la comprensión auditiva y del habla de las personas con pérdida de audición neurosensorial. Al elegir un audífono, el audiólogo considerará su capacidad auditiva, su trabajo y actividades en el hogar, sus limitaciones físicas, trastornos médicos y preferencias cosméticas. Para muchas personas, el costo también es un factor importante. Usted y su audiólogo deben decidir si el uso de uno o dos audífonos será mejor para usted. El uso de dos audífonos puede ayudar a equilibrar los sonidos, mejorar la comprensión de palabras en situaciones ruidosas y hacer que la fuente de sonidos sea más fácil de ubicar.

 

¿Cuáles son los diferentes tipos de audífonos?

 

Existen cuatro estilos básicos de audífonos para personas con pérdida de audición neurosensorial:

 

Los audífonos endoaurales o intraauriculares (ITE, por su sigla en inglés) caben completamente en el oído externo y son usados en los casos de pérdida de audición leve a severa. La caja, que contiene las partes del audífono, se hace de plástico duro. Los ITE pueden acomodar mecanismos técnicos agregados, como el telespiral, un pequeño espiral magnético contenido dentro del audífono que mejora la transmisión de sonido durante las llamadas telefónicas. Los ITE pueden ser dañados por el cerumen y el drenaje de los oídos y su tamaño pequeño puede causar problemas de ajuste y de retroalimentación. Los niños generalmente no los usan porque las cubiertas necesitan ser reemplazadas de acuerdo al crecimiento del oído.

 

 

Los audífonos reticulares (BTE, por su sigla en inglés) se usan detrás del oído y están conectados a un molde de oreja plástico que cabe dentro del oído externo. Las partes de éste se ponen en una caja detrás del oído. El sonido se desplaza a través del molde al interior del oído. Los BTE son usados por personas de todas las edades con pérdida de audición leve a profunda. Los BTE que estén mal ajustados pueden causar retroalimentación, un silbido causado por el ajuste del audífono o por la acumulación de cerumen o líquido.

 

 

Los audífonos intracanales caben en el canal del oído y están disponibles en dos tamaños. El audífono intracanal (ITC, por su sigla en inglés) está diseñado a medida para ajustarse al tamaño y a la forma del canal del oído y se usa en los casos de pérdida de audición leve a moderadamente severa. Los audífonos de inserción profunda (AIC, por su sigla en inglés) están ocultos dentro del canal del oído y se usan en casos de pérdida de audición leve a severa. Debido a su tamaño pequeño, los audífonos intracanales pueden ser difíciles para el usuario de ajustar y extraer y no tienen espacio para añadir otros dispositivos, como el telespiral. Este tipo de audífonos también puede ser dañados por el cerumen y el drenaje de los oídos. Usualmente no se recomiendan para los niños.

 

 

Los audífonos corporales se usan en personas con pérdida de audición profunda. El audífono se adhiere a una faja o a un bolsillo y se conecta al oído por un cable. Debido a su gran tamaño, tiene la capacidad para incorporar muchas opciones de procesamiento de señales, pero se usa generalmente sólo cuando otros tipos de audífonos no se pueden usar.

 

 

Tipos de audífonos según su tecnología:

 

Los mecanismos internos de los audífonos varían entre los aparatos, aunque sean del mismo estilo. Se usan tres tipos de sistema de circuitos o electrónicos:

 

Analógico/regulable: El audiólogo determina el volumen y otras especificaciones que usted necesita en su audífono y luego un laboratorio lo construye siguiendo esas especificaciones. El audiólogo mantiene cierta flexibilidad en las especificaciones para luego realizar ajustes. Este tipo de sistema electrónico es en general el menos costoso. Los circuitos analógicos permiten regular las características de respuesta en frecuencia del audífono a través de los potenciómetros trimmers, que el audioprotesista calibra con un pequeño destornillador. Son circuitos sólidos que proporcionan potencias de salida muy elevadas; por eso sirven para corregir problemas auditivos muy graves. Sin embargo, debido a la presencia de los trimmers, el audífono resulta poco flexible y sensible a las variaciones de temperatura y humedad. Su programación es limitada y la calidad del sonido a veces es baja. 

 

 

Analógico/programable: El audiólogo usa una computadora para programar su audífono. El sistema de los audífonos análogos/programables puede acomodar más de un programa o especificación. Si el audífono está equipado con un dispositivo de control remoto, la persona que lo lleva puesto puede cambiar el programa para acomodarlo a cualquier ambiente auditivo. Este sistema puede ser usado en todos los tipos de audífonos. A diferencia de los anteriores, los circuitos programables no poseen trimmers. Las regulaciones de estos audífonos se memorizan en los circuitos electrónicos mediante la conexión a un ordenador. Los circuitos son pequeños, pero permiten guardar un número de parámetros mucho más alto, por lo que la regulación es más precisa que en los audífonos anteriores. Por otra parte, los audífonos programables permiten memorizar varias regulaciones que el usuario puede activar o desactivar según las condiciones ambientales presionando una tecla. 

 

 

Digital/programable: El audiólogo programa el audífono con una computadora y puede ajustar la calidad del sonido y el tiempo de respuesta individualmente. Los audífonos digitales tienen un micrófono, receptor, batería y un microprocesador (chip) de computadora. El sistema digital proporciona mayor flexibilidad al audiólogo para realizar ajustes. Este tipo de circuito puede usarse en todos los tipos de audífonos y es, generalmente, el más costoso. Los audífonos digitales son los más evolucionados desde el punto de vista tecnológico porque tratan a la señal como verdaderos ordenadores. El circuito corrige la pérdida auditiva digitalizando y procesando los sonidos que entran. Además el audífono digital reconoce los ruidos y reduce su amplificación para que la persona hipoacúsica entienda mejor la palabra en ambientes ruidosos. Las dimensiones reducidas y las características técnicas de los circuitos digitales convierten a este audífono en la "regla del arte".

 

Funcionamiento:

 

 

 

 

 

 

Transductores de entrada: consta de 3 elementos:

 

El micrófono:

El micrófono es por excelencia el transductor de entrada del audífono: a través de una lámina muy delgada ubicada en un campo eléctrico capta las ondas sonoras del ambiente circundante, las transforma en variaciones de tensión eléctrica (de ahí el nombre de transductor) y las envía a la sección de amplificación.

 

La bobina telefónica:

Junto al micrófono encontramos la bobina telefónica, un dispositivo eléctrico capaz de captar el campo electromagnético generado por el teléfono. Cuando el usuario necesita hablar por teléfono, puede colocar el conmutador del audífono en posición T para excluir el micrófono y las señales sonoras provenientes del exterior. En algunos audífonos, el conmutador se puede poner en MT para mantener conectados en paralelo el micrófono y la bobina y no aislarse del ambiente circundante. Algunos aparatos telefónicos modernos no permiten el uso de la bobina telefónica porque los receptores del teléfono son piezoeléctricos, es decir que no generan campos electromagnéticos captables por parte de la bobina.

 

Entrada de audio:

Además del micrófono y la bobina telefónica existe una tercera entrada al audífono: la entrada de audio. No se trata de un transductor sino simplemente de una pequeña "toma eléctrica" a la que podemos conectar directamente una serie de dispositivos auxiliares sin que haya interferencias ni distorsiones.

 

 

 

Bloque amplificador. Amplifica y mejora la señal utilizando los siguientes elementos:

 

Amplificador

Gracias a las tecnologías de miniaturización, los amplificadores modernos son muy pequeños y fiables. Están compuestos por microprocesadores en los que se integran las “etapas de amplificación”.
Al pasar por cada una de las etapas de amplificación la señal eléctrica se incrementa. Del estadio final se envía al receptor.

 

Controles

La función de los controles de tono es atenuar o enfatizar porciones de frecuencias transducidas por el audífono.
Se trata pues de dispositivos electrónicos capaces de reducir la banda pasante del audífono.
Los controles de volumen, también llamados "potenciómetros", son dispositivos capaces de modificar la tensión del circuito de amplificación variando la resistencia; el nivel de amplificación varía proporcionalmente a la modificación inducida por el potenciómetro.
El volumen debe ser regulado directamente por el usuario del audífono en función de las condiciones ambientales.

 

Alimentación

Para que un aparato acústico pueda funcionar es necesario alimentarlo, es decir, suministrarle energía eléctrica: el componente encargado de esta tarea es la pila.
Las características de una pila son:

Según las dimensiones del audífono, los formatos pueden ser:

Para garantizar una ganancia constante en el tiempo, los audífonos comunes requieren una tensión entre 1,3 y 1,5 V. El consumo de corriente varía notablemente en función del tipo de audífono y de las condiciones de uso (tiempo de uso, volumen, regulación de los mandos, señal aplicada, etc.).
Por este motivo, si se calcula la duración de una pila dividiendo la capacidad por el consumo (mAh/mA = h) se obtiene un valor que probablemente nada tenga que ver con el potencial efectivo de la pila durante el empleo real.
 


Transductores de salida:

 

Receptor:

Al igual que el micrófono, el receptor es un transductor, es decir, un dispositivo capaz de convertir una forma de energía en otra. En este caso la energía eléctrica se convierte en energía mecánica, es decir, en un sonido que se dirige al oído del paciente: de ahí la denominación de "transductor de salida".
Lo que diferencia a los receptores es el tipo de membrana vibrante que contienen. En las gafas de conducción ósea, el diafragma es sustituido por una barra metálica más gruesa porque no debe hacer vibrar una masa de aire sino directamente la estructura ósea del cráneo.

 

El molde (sólo para audífonos de conducción aérea):

El molde es el último componente de la cadena electroacústica que forma el audífono, y como tal debe: