EL MECANISMO DE LA VOZ

 

El órgano de la voz incluye los pulmones, la laringe y la boca. Cada una de estas partes realiza una determinada función, cuyo mecanismo, se expone a continuación.

Por contracción de los músculos del tórax, se expulsa el aire de los pulmones, que genera un exceso de presión, dando origen a una corriente de aire, pudiendo considerarla como portadora de energía que estuviese modulada en su velocidad y por consiguiente en presión, para la producción de sonidos, vocales y consonantes.

Esta corriente de aire pasa por la glotis, situada en la base de la laringe, siendo el primer elemento modulador, formando una membrana cerca de la laringe, que al abrirse y cerrase modula la corriente de aire que pasa por ella. La longitud de la apertura es de 2,5cm en hombres y de 1,5cm en mujeres, estando determinada la frecuencia fundamental de esta modulación por la tensión a la que están sometidas las cuerdas vocales. La parte frontal de cada pliegue vocal está unida al cartílago del tiroides o a la nuez.

 

Los pliegues vocales no sirven para producir sonidos, sino que su función es proteger los pulmones de las partículas que se arrastran al inspirar el aire. Encima de los pliegues vocales, existen unos falsos pliegues, que entran en acción cuando se llenan los pulmones con una cantidad de aire superior a la normal. Los pliegues vocales están situados en la parte superior de la laringe, que es una cavidad que une la boca con el esófago. La parte superior de la laringe es el velo del paladar blando que comunica con la cavidad nasal. Cuando el velo del paladar está en su posición más alta, el paso a la nariz se cierra y el aire circula a través de la boca. La laringe, faringe y boca constituyen el aparato vocal formado por numerosas cavidades resonantes y orificios, configurando una red acústica que modula la onda de presión.

           

La voz, como instrumento sonoro, está determinado por las posiciones de los labios, la mandíbula, la lengua y la laringe. Los movimientos de estos elementos cierran o dilatan el aparato vocal según las posiciones, lo que permite producir una gran cantidad de sonidos vocales. También se pueden producir sin emplear las cuerdas vocales, denominándose sonidos respiratorios, pudiéndose incluir en este grupo a las constantes fricativas(F y S). En este caso la señal se produce por modulación de la corriente de aire mediante los labios, dientes y lengua.

 

Por todo esto el órgano de la voz se puede dividir en tres grandes bloques:

  • los pulmones que aportan la energía
  • los pliegues vocales que actúan como oscilador
  • el aparato vocal que es una caja de resonancia

 

El aire al entrar o salir produce sonidos que pueden ser articulados, cuando su intensidad está regulada por el volumen de aire expelido, así como el tono, por la tensión a la que se someten las cuerdas vocales. Cuando éstas no intervienen para producir sonidos se llaman inarticulados.

 

La voz puede originarse con la intervención de otros órganos diferentes por ejemplo con el vientre.

 

El mecanismo que produce vocales y consonantes es diferente, ya que en el primer caso el aire que pasa por la laringe es modulado por las cuerdas vocales, mientras que en el segundo intervienen además los labios, cavidades, lengua, etc..

 

Resumiendo, con la glotis cerrada y una corriente de aire saliendo de los pulmones se crean un exceso de presión debajo de la glotis que mantiene los pliegues vocales separados, pasando el aire entre los pliegues y generando una fuerza de tipo Bernouilli que junto con las propiedades mecánicas de los pliegues cierra casi inmediatamente la glotis.

 

En el ciclo de abrirse y cerrase los pliegues actúan alimentando una corriente de aire que penetra dentro del aparato vocal. La frecuencia de vibración está determinada por la presión de aire en los pulmones, así como por las propiedades mecánicas de los pliegues vocales que están regulados por un gran número de músculos laringeos.