Con el avance en las técnicas de computación y la informática, han surgido sistemas enfocados a la aplicación de las funciones características de la cabeza, HRTF, a fuentes de sonido para lograr así el efecto de auralización. Si bien existen multitud de sistemas, todos ellos siguen un mismo principio básico de funcionamiento:
Siguiendo el esquema anterior, este sistema es capaz de situar una fuente de sonido en el espacio en tiempo real. Mediante el uso de un dispositivo que monitoriza en cada momento la posición de la cabeza del usuario -llamado 'head tracker'- el sistema es capaz de recrear la sensación de inmersión en un entorno virtual, al modificarse la aparente dirección de procendecia de los sonidos con los movimientos de nuestra cabeza: si dirigimos la cara hacia la fuente sonora, pasará a estar delante de nosotros, mientras que si giramos la cabeza, pasaremos a percibirla a uno de nuestros lados.
Para llevar a cabo esto, el sistema se fundamenta en el siquiente diagrama de bloques:
Como vemos, el sistema tiene almacenada una tabla con las respuestas al impulso (HRIR) de cada oído para cada dirección. Ésta tabla es el equivalente un conjunto de imágenes de las vistas en el apartado dedicado a las HRTF, donde, para cada ángulo de elevación, en un eje se representa la escala temporal, en otro el azimut y la intensidad del píxel representa el valor de la HRIR para ese instante.
En realidad, se puede utilizar una única tabla de respuestas al impulso y obtener la otra calculando su simétrica. Es decir, si suponemos la cabeza y torso humanos (y por tanto sus propiedades acústicas) simétricos respecto al plano medio, la HRTF correspondiente a una dirección para el oído derecho, por ejemplo, será equivalente a la del oído izquierdo para la dirección de procedencia simétrica respecto a ese plano medio, esto es, con la misma elevación pero el azimut cambiado de signo. Así, evitamos tener almacenada información redundante en nuestro sistema.
Una vez escogida la HRIR a aplicar, la señal (independiente para cada oído) pasa a un bloque convolucionador donde se aplica la HRIR y llega a la salida.
Es importante notar que este esquema sólo nos permite procesar una fuente sonora al mismo tiempo. Si quisiéramos reproducir dos o más al mismo tiempo, tendríamos que repetir el esquema una vez por cada nueva fuente, y sumar los resultados de cada uno combinándolos.
El número de HRIR almacenadas en las tablas (la 'resolución' en el azimut y la elevación) puede reducirse empleando técnicas de interpolación apropiadas entre puntos del espacio.
Además, el sistema puede ser optimizado para un individuo particular midiendo y utilizando su propia HRTF, aunque el procedimiento para obtenerla es, de momento, complejo.
Aunque es un esquema básico, es el utilizado en la gran mayoría de sistemas basados en el procesamiento informático aplicando HRTF's. Normalmente en estos sistemas se prescinde del dispositivo de monitorización de la cabeza y, simplente, se tiene una aplicación software que nos pertmite crear archivos de sonido estéreo con sonido auralizado para después reproducirlo.