Conclusiones

Los formatos de audio digital permiten almacenar y describir sonido codificado digitalmente. Inicialmente surgieron multitud de formatos, en principio sin estructurar y más adelante ficheros estructurados cada vez más versátiles.

La exigencia de mayor calidad en el sonido almacenado aumentó considerablemente el tamaño de los ficheros mostrando la necesidad de compresión.

Las primeras estrategias se basaban en la redundancia de los datos, una de estas estrategias es ADPCM (codificación diferencial). Las técnicas actuales, con mayores razones de compresión se fundamental en la irrelevancia de muchos de los datos y modifican la señal en función de la respuesta del oído humano al sonido.

Los formatos más relevantes en la actualidad están estructurados y permiten una gran variedad de codificaciones diferentes. La tendencia actual indica un desarrollo mayor aún de formatos con compresión perceptiva, relegando a los formatos basados en PCM para la utilización en los procesos de síntesis y manipulación de sonido previos a una conversión de formato para el almacenamiento o la difusión.

Se espera que el sonido digital vaya relegando los sistemas de difusión de audio analógicos actuales. Un ejemplo es la radio digital por modulación de amplitud, sistema para el cual MPEG-4 con una configuración concreta ha sido validado y es una de las posibles opciones para la implantación de este servicio.