En cualquier actividad humana, un gran porcentaje de la información nos llega a través de la vista. Por ello, las personas con deficiencia visual han tenido que buscar medios y modos alternativos de acceso a la información, para que la falta de visión no represente más limitaciones de las estrictamente necesarias. En algunos de estos casos, el oído y el tacto pasan a ser los principales canales en la recepción de la información.

      Así, por ejemplo, en un campo denominado genéricamente sonificación, se trabaja para representar datos mediante sonidos (“sonification is the use of non-speech audio for presenting data”). La idea es que los cambios que detecta un sensor sean “mostrados” mediante variaciones de sonido. Así, por ejemplo, un médico que realiza una ecografía, o que conduce un cateter por una vena hasta un aneurisma cerebral con el fin de absorberlo, puede ir recibiendo información sobre las partes que recorre no sólo de forma visual (“visualización de información”), sino también en forma de sonidos, “sonificación”. En esta misma lónea, un ciego podría recorrer una calle cualquiera que no conoce gracias a que un sistema convierte en sonidos la información que su ordenador de “visión artificial”, y su GPS, le va dando sobre el territorio que pisa. 

        En los últimos años y, gracias a las facilidades multimedia que han aportado las nuevas tecnologías, la sonificación de datos se ha potenciado en gran manera. La accesibilidad a la información de las personas con discapacidad visual se ha visto mejorada de forma considerable por este motivo, aunque aún hay grandes barreras. Actualmente existen numerosas aplicaciones de lectura de textos en documentos o páginas Web basadas en sistemas OCRs (Optical Character Recognition), así como del paso inverso, conversión de voz a texto. Sin embargo para la percepción y el entendimiento de las imágenes aún no hay buenas soluciones.

        El optófono es el instrumento capaz de sonificar una imagen o escena. Mediante la emisión de sonidos, el optófono puede presentar información de contenido gráfico como puedan ser imágenes, fotografías, mapas o diagramas embebidos en texto. Sin embargo, el problema de la sonificación de imágenes radica en la limitada capacidad de asimilación de información auditiva en comparación con la visual. Un requisito indispensable es la adaptación de las escenas complejas mediante un preprocesamiento a escenas más simples, perdiendo conscientemente los detalles más superfluos, que son generalmente los que menos cantidad de información aportan al entendimiento global de dicha escena. Presentaremos en la sección de "Experimentos" un prototipo para el que se han utilizado diversas y muy conocidas técnicas de segmentación de imágenes.