6.    Audición binauricular

Los sonidos se reciben de modo independiente por cada oído y crean efectos diferentes en distintas partes del cerebro. Posteriormente se comparan los impulsos nerviosos producidos por cada sonido y se interpretan todos los aspectos de la onda sonora. Éste fenómeno se conoce como fusión binaural.

La escucha binauricular permite a las personas identificar la dirección de la fuente sonora en base a la intensidad relativa en nuestros oídos y al intervalo de tiempo de llegada a los dos oídos.

 

Teniendo en cuenta el fenómeno de la difracción que experimentan las ondas sonoras al encontrarse obstáculos comparables a su longitud de onda, como puede ser la cabeza humana, las ondas sonoras de frecuencia inferior a 1000 Hz llegan a ambos oídos con una diferencia de intensidad imperceptible. Sin embargo, para frecuencias superiores a 1000Hz, la intensidad del sonido en el oído más próximo a la fuente sonora es considerablemente mayor que en el oído opuesto. Es decir, la cabeza es un obstáculo efectivo, para frecuencias altas. De ese modo, ondas en este rango de frecuencias pueden sugerir la dirección de la fuente.

 

Por otro lado, el efecto de la fase relativa con las que las ondas sonoras llegan a  los oídos es tal que la diferencia de fase no sólo es función de la distancia entre los oídos y de la orientación de la cabeza, sino que también de la longitud de onda. Para tonos puros de muy baja frecuencia y por tanto gran longitud de onda, la diferencia de fase entre el sonido recibido por los dos oídos es una fracción de la longitud de onda pequeña aunque un oído se gire hacia la fuente. Por ejemplo, la distancia entre los dos oídos es aproximadamente 20 cm, que corresponde con el 3% de la longitud de onda de un sonido de 50Hz. Es muy difícil que esa diferencia de fase se pueda apreciar. A medida que aumenta la frecuencia, disminuye la longitud de onda. Para una frecuencia de 850Hz, la separación de los dos oídos es aprox. la mitad de la longitud de onda. Por tanto, para frecuencias altas, resulta ambiguo juzgar la dirección de la fuente sonora basándose sólo en la diferencia de fase.

La localización auditiva por diferencia de fase es en definitiva en una banda entre los 200 y los 800Hz.

 

 

Localización binaural por diferencia de fase.

 

Resumiendo, para frecuencias altas, por encima de 1000Hz la localización se debe fundamentalmente a la diferencia de intensidad. Para frecuencias bajas, inferiores a 800Hz, la localización se realiza por medio de la diferencia de fase. En frecuencias intermedias, dirección del foco emisor se obtiene a partir de la diferencia de fases y de intensidades. Cuando la ambigüedad es muy grande, un movimiento de la cabeza respecto al foco proporciona más datos al cerebro.

 

Existen casos de ambigüedad, como por ejemplo los sonidos que proceden de dos fuentes situadas simétricamente y a la misma distancia de la cabeza. Por tanto, los sonidos llegan al oído izquierdo con la misma diferencia de tiempo con respecto al derecho (ver figura). Afortunadamente la forma asimétrica del pabellón auditivo ayuda a destruir cualquier duda, ya que el sonido se modifica sustancialmente antes de llegar al tímpano dependiendo de la dirección en que se acerquen.

 

 

Localización binaural.

 

En recintos cerrados, el oyente recibe distintas señales, algunas de ellas, producto de reflexiones. El oído es capaz de averiguar la dirección del foco gracias a que el sonido llega antes por el camino directo. El cerebro se acostumbra a percibir sonidos en entornos cerrados, y por tanto, desarrolla un cancelador de eco muy eficaz.

 

Un caso posible de ambigüedad es cuando la fuente sonora está detrás o delante del oyente. En ese caso, los sonidos llegan con igual intensidad y fase a ambos oídos y es imposible discernir su origen. Se puede resolver moviendo la cabeza y estableciendo unas diferencias de tiempo que ayuden a su localización.