5.- Aplicaciones médicas
5.2 Diagnóstico:
5.2.2 ECOGRAFÍA:
La ecografía es actualmente uno de los
métodos de diagnóstico más apreciados en dolencias de tejidos blandos. Una de las
características más valoradas de la técnica es su inocuidad: se considera no invasiva
porque la baja frecuencia de sus radiaciones la hacen preferible a los rayos X y otros
sistemas de contraste. A la inocuidad de los ultrasonidos se añade la alta fiabilidad de
sus resultados: la certeza se acerca al cien por cien. Además hay que tener en cuenta que
es un proceso cómodo para el paciente y sencillo para el médico.
Desde los primeros usos diagnósticos que el médico Karl Theodore Dussik dio a los
ultrasonidos la técnica ha evolucionado enormemente. Las primeras ecografías no
mostraban imágenes sino que representaban el eco sobre papel en picos. Más tarde se
pensó que esos gráficos podían ser registrados en forma de puntos de distinta
intensidad y presentarlos como una imagen tomográfica del órgano que se analizaba
gracias a una peliácula fotográfica. La técnica Doppler consiguió registrar el
movimiento y asá llenar las instantáneas de dinamismo. Mientras que en la ecografía
convencional las áreas de estudio se muestran estáticas, con este método se puede
conocer cuantas partáculas existen y a qué velocidad viajan. A cada velocidad se le
otorga un color que aumenta el contraste y mejora la resolución de imágenes.
La rápida evolución de las tecnologías ha
conseguido desarrollar equipos muy ligeros, incluso portátiles, y que pueden adaptarse,
gracias a las sondas intercambiables, a las características de las diferentes áreas de
estudio. Esas mismas innovaciones han permitido que la calidad de las imágenes sea cada
vez mejor, tridimensionales y con color.
La ecografía reproduce estructuras internas de un cuerpo al aplicarle ondas
ultrasónicas. En medicina, las frecuencias se emiten desde una máquina hacia el interior
del organismo; al colisionar con los órganos, devuelven una señal, como el eco, que,
procesado por un ordenador, puede reproducir la imagen de los cuerpos sólidos que ha
encontrado a su paso.
El método diagnóstico es muy adecuado en los casos músculo-esqueléticos o, en otras
palabras, de las partes blandas. Se usa para la visualización de hígado, vesácula
biliar, riñones, vejiga, páncreas, bazo, corazón y estructuras vasculares. Pero sin
duda su aplicación más importante y, sobre todo, más popular se da en
gineco-obstetricia. En esta especialidad permite diagnosticar el embarazo, observar el
desarrollo del feto y las posibles malformaciones sin provocar daños a la madre o al
niño. Las imágenes en el interior del útero suelen ser tan fieles a la realidad que,
usualmente, permiten también conocer el sexo del bebé.
El ginecólogo Ian Donald debió de encontrar alguna similitud entre el feto inmerso en el
líquido amniótico y un submarino. El símil le impulsó a aplicar un sistema
derivado
del sónar utilizado en la Segunda Guerra Mundial para analizar el desarrollo del futuro
bebé. Junto a su equipo de la universidad de Glasgow, en 1958 desarrolló el primer
aparato de contacto directo con el paciente.
DIAGNÓSTICO
Otro de los factores que se suman a la idoneidad de la utilización de la ecografía en la
visualización del feto es, precisamente, el alto contenido líquido de la bolsa
amniótica, el medio que más favorece la expansión de las ondas de ultrasonidos. La
misma razón explica que no se utilice para estudiar tejido óseo u órganos con elevado
contenido aéreo que evitan el retorno de las frecuencias.
Aunque las primeras aplicaciones del ultrasonido en distintas especialidades médicas
comenzó a partir de la década de 1940, el uso más generalizado se dio a partir de los
años cincuenta del pasado siglo.
HISTORIA
El nuevo método iba a permitir que la vejiga, distendida por la orina, actuara como
ventana sónica y facilitara el análisis de los órganos pélvicos. Antes de desarrollar
este sistema, los especialistas en ginecología y obstetricia tenían serias dificultades
para estudiar esa zona. Los principales problemas radicaban en la existencia en el área
de intestinos que alojan gases que dispersan el sonido y distorsionan la imagen. Al
establecer el protocolo del método de contacto se conseguáa que la vejiga, llena de
líquido, empujara a los intestinos y los comprimiera para evitar pérdidas en la
información que emiten los ultrasonidos.
El aparato presentaba una imagen bidimensional creada a través de puntos de mayor o menor
intensidad, dependiendo de la densidad del tejido analizado, y mostraba los resultados en
una pantalla. El mismo procedimiento se utilizó para realizar ecocardiogramas, pero,
gracias a la cercanía del corazón a la parte externa del pecho, no era necesario crear
ventanas sónicas adicionales.
Inicialmente, tando Donald como otros profesionales de Estados Unidos, Suecia y otros
paáses utilizaron los ultrasonidos para problemas ajenos al embarazo. Las primeras
pruebas se centraron en demostrar que diferentes tumores abdominales reproducáan ecos
distintos. Al principio, muchas personas, incluso su precursor, tenían serias dudas sobre
la influencia que las ondas podáan producir en el feto. Sin embargo, ese temor se disipó
rápidamente tras analizar los resultados experimentales.
Los primeros equipos producáan fotografías en blanco y negro, pero en 1972 se introdujo
la posibilidad de producir escalas de grises incrementando su resolución.
En la década de 1980 la incorporación de los ordenadores a los ecógrafos revolucionó
de forma notable el procedimiento. La nueva tecnología permitáa procesar las ondas
directamente y obtener imágenes en movimiento y en tiempo real. También apareció la
posibilidad de imprimir las instantáneas que el médico necesitase para un posterior
seguimiento, y conocer con total certeza el tamaño de los órganos.
Actualmente, la evolución de los ordenadores también ha permitido que las imágenes
digitalizadas queden almacenadas, sean enviadas a través de internet o se utilicen en
diagnósticos de telemedicina. La introducción del procesamiento digital ha proporcionado
comodidad y gran rapidez al análisis de las ecografías.
Los transductores de ultrasonidos han sido fabricados en cientos de formas especializadas
para conseguir un seguimiento externo de algunos órganos o bien para ser insertados en
ciertas cavidades del organismo. Algunas sondas incluso pueden introducirse ahora en las
arterias coronarias.
ECOGRAFÍAS
EN EL EMABARAZO
Las
ecografías pueden practicarse sin riesgo alguno en cualquier época del embarazo pero se
recomienda el siguiente esquema y siempre deben hacerse transvaginales (o transrectales o
transperineales) C.A.D., preferiblemente en color
Primera ecografía. Es la ecografía más
importante de toda la gestación. El practicarla entre la 7 y 9 semanas permite estudiar
el embrión con mánima posibilidad de error, transfiriendo toda su precisión a los
exámenes posteriores.
Esta ecografía revela enfermedades que más
adelante seráan de casi imposibles de diagnosticar (útero bicorne y fibromas).
Demuestra precozmente la enfermedad trofoblástica (cuando se forma un tumor en lugar de
un bebé), pseudociesis (falso embarazo), placenta previa, embarazo múltiple, poli y
oligoamnios, DIU con embarazo, malformaciones como anencefalia (sin cabeza), etc. Ninguna
de estas condiciones es detectable con las pruebas quámicas del embarazo.
Segunda ecografía: debe hacerse entre la 12
y 20 semana, cuando evaluamos el crecimiento fetal y podemos detectar y corregir, o
prevenir precozmente enfermedades del cuello de la matriz y de la placenta, como la
placenta previa, abortos, incompetencia cervical, y malformaciones y alteraciones de la
vitalidad fetal y del líquido amniótico, etc.
Tercera ecografía: Entre la 24 y 32 semana.
Permite estudiar la evolución de los parámetros anteriores, la maduración placentaria y
fetal y prevenir el parto prematuro. Puede visualizarse el sexo hacia las 28 semanas.
Cuarta ecografía: Entre la 38 y 39 semanas.
Además de todos los parámetro anteriores, indica la situación y posición fetales y la
vitalidad fetal antes del parto.
Quinta ecografía: (Posparto): Como el mantener un especialista a disposición permanente no es siempre posible, se practica usualmente en el 2 o 3 dáa después del parto. Detecta restos ovulares, subinvolución uterina, abscesos y hematomas, endometritis, miometritis y ascitis. Su utilidad aumenta después de cesárea y de otros procedimientos quirúrgicos. Evita la radiografáa de abdomen, la resonancia y tomografáas.
ECOGRAFÍA EN COLOR
La ecografía en color es un proceso
desarrollado para resaltar la patología con color y mejorar asá el diagnóstico. La
diferencia entre una ecografía en color y una en blanco y negro es equivalente a la que
existe entre una foto en color de un árbol con manzanas rojas, y una foto en blanco y
negro del mismo árbol: difácilmente se distinguirán las manzanas en la foto en blanco y
negro.
Historia: El proceso fue creado
totalmente en Colombia por el Dr. Gonzalo E. Dáaz Murillo y puesto en uso desde Febrero
15 de 1994. Las investigaciones las iniciaros a finales de los 80s. La mejor prueba de los
resultados positivos de ésta tecnología se obtiene comparando los resultados de las
ecografías comúnmente practicadas con los nuestros. Adicionalmente empleamos C.A.D (Computer Aided Diagnosis) o
diagnóstico dirigido por computador, el cual analiza los datos ecográficos
automáticamente y emite un concepto.
El color tiene ventajas, como lo vemos un el
siguiente simple ejemplo que no requiere mayor explicación:
El uso del color en la ecografía ha
evolucionado notablemente desde febrero 15 de 1994, fecha en la cual se practicó el
primer examen en color: una sonomamografáa.
Se ha perfeccionado la técnica y modernizado
constantemente los equipos y software, permitiendo el desarrollo de patrones de color
automatizados para casi cada órgano y región del cuerpo humano, lo cual no solamente ha
facilitado el proceso sino que lo ha acelerado. Al comienzo, una ecografía pélvica en
color llevaba 90 minutos; ahora nos toma apenas 20 minutos y con mejor calidad,
resolución, sensitividad, espectro, etc. Debe anotarse que el objetivo de ésta técnica,
asá como el de nuestro trabajo, es el mejorar el diagnóstico ecográfico y no solamente
aumentar la rapidez, pues las ecografías de 5 minutos son totalmente inútiles.
Se han obtenido los mejores resultados en la
detección de aquélla patología que origina alteraciones parenquimatosas, cumpliendo con
las expectativas con las que iniciamos las investigaciones.
Podemos ahora diagnosticar patologías como
la adenomiosis, cuyo diagnóstico estaba anteriormente reservado a la inspección de la
pieza quirúrgica, pues su diagnóstico preoperatorio era casi imposible, pese a su
frecuencia. Desde que iniciamos la técnica de color en las ecografías pélvicas hemos
encontrado un incremento significativo en los diagnósticos de adenomiosis y
endometriosis, muchos de los cuales han podido ser verificados quirúrgicamente.
Igualmente hemos encontrado un aumento
importante en la sensitividad del proceso, asá como es su especificidad. Casos como el de
la adenomiosis son sólo ejemplos, pues hemos confirmado considerables mejoras en el
diagnóstico de otras entidades, como las alteraciones quásticas ováricas, la
endometriosis, la mastopatáa fibroquástica, los abscesos mamarios, enfermedades
prostáticas, vesiculitis seminal, alteraciones placentarias, patología hepática,
testicular, tiroidea, muscular, etc.
ECOGRAFÍA EN 4D
A este ecógrafo se le llama 4D porque muestra imágenes tridimensionales con volumen- en movimiento de manera simultánea, debido a que éste se ve en el mismo momento en que ocurre.
Esta
reconstitución se logra mediante complejos computadores que traducen la energía emitida
en forma del ultrasonido en imágenes, sin desfase temporal. De esta manera, se obtienen
verdaderos videos en color sepia de la vida intrauterina de los bebés. Además del efecto
sico-social que implica para los padres ver a su hijo con tanta claridad, otra ventaja de
este equipo es que la energía utilizada es una de las más bajas de las técnicas
ultrasonográficas conocidas. Por lo tanto, el impacto sobre el embrión es inocuo.
Entonces,
al programa tradicional de exámenes ecográficos realizado a las embarazadas, se debe
agregar el 4D, ya que por el momento no reemplaza ninguna de las evaluaciones
bidimensionales. El momento ideal para realizar un ultrasonido 4D es durante el transcurso
del quinto mes, es decir, entre las 18 y 26 semanas de gestación, debido a que en ese
periodo la relación del tamaño del bebé y cantidad de líquido amniótico es la ideal
para obtener imágenes maravillosas.
Esta es la tecnología del futuro por la capacidad de visualización y la baja
energía que utiliza. Además en unos años más va a aumentar su respaldo cientáfico y
muy pronto podremos realizar, con un afán absolutamente médico, la ecografía 4D como
complemento de la tradicional en la misma sesión manteniendo su capacidad de hacer feliz
a los padres al ver la cara de sus hijos, afirma el especialista.