5.- Aplicaciones médicas

 

5.2 Diagnóstico:

5.2.6 ECOGRAFIA HIDROGÁSTRICA

INTRODUCCIÓN

El estudio de la patología gástrica en la actualidad tiene su base inicial obligada en la realización de una endoscopia oral. No obstante, todavía hoy, los métodos diagnósticos complementarios a la misma presentan algunos inconvenientes tales como su relativamente baja sensibilidad (radiología convencional con contraste) o su escasa disponibilidad y alto precio (tomografía axial computerizada [TAC], resonancia magnética nuclear [RMN] y ecoendoscopia).

La ecografia hidrogástrica es una técnica que nos permite contribuir a mejorar nuestra capacidad diagnóstica y terapéutica sobre determinados procesos gástricos, con las ventajas de inocuidad, accesibilidad, facilidad de realización y bajo precio.

De todos es conocido, que el estudio ecográfico convencional del tracto gastrointestinal ofrece enormes dificultades. En primer lugar, porque su importante contenido aéreo origina artefactos al impedir la transmisión de los ultrasonidos y, después, porque la aparición de diversas imágenes formadas por asas intestinales conducen a diagnósticos erróneos.

En condiciones normales, la exploración ultrasonográfica del estómago no permite diferenciar todas las partes del mismo, ya que el fundus y el cuerpo gástrico se encuentran tapados por la parrilla costal y además el contenido aéreo de su interior impide valorar su anatomía y sus posibles lesiones. El antro gástrico, no obstante, puede ser fácilmente reconocido con el transductor en epigastrio como una pequeńa estructura en Ğdianağ en los cortes sagitales o una estructura alargada, simulando un rińón malformado o con alteración de su morfología (“pseudorińón”) y que no es más que el antro gástrico colapsado, a nivel de la línea media.

TÉCNICA

La ecografía hidrogástrica permite, mediante el llenado del estómago con agua, identificar las distintas capas de la pared gástrica y valorar algunas de las lesiones que asientan sobre las mismas. Por tanto, si existe una distensión gástrica o se consigue ésta tras ingerir el paciente una cierta cantidad de agua, variable según los pacientes, siendo en general suficiente con un volumen de 200-500 cc, tanto el fundus como el cuerpo y antro gástrico pueden ser explorados con el enfermo en distintas posiciones, para tratar de desplazar el gas contenido en el estómago. Con esta técnica y con transductores con una frecuencia variable entre 3,5 y 7,5 MHz es posible diferenciar las diferentes capas de la pared del tracto gastrointestinal, siendo la distinción de las mismas tanto más óptima cuanto mayor sea la frecuencia utilizada.

La aplicación de cualquier técnica de imagen pasa por una correcta identificación previa de las estructura anatómicas normales. Ecográficamente la pared del tubo digestivo presenta una estructura pentalaminar, distinguiéndose de dentro a fuera:

 

1.Una capa interna hiperecoica que identifica la mucosa
2.Una capa hipoecoica que corresponde a la muscularis mucosa
3.Una capa hiperecoica que identifica la submucosa
4.Una capa hipoecoica que corresponde a la muscular propia
5. Una última capa hiperecoica que identifica la serosa.

 

El estudio ecográfico de la patología gástrica se basa fundamentalmente en la medición del grosor de la pared. Así, un grosor superior a 5 mm sugiere presencia de enfermedad. Por otro lado la ecografía en tiempo real nos permite observar los movimientos peristálticos característicos del estómago.

INDICACIONES

Las principales utilidades de la ecografía hidrogástrica son:

- Complemento de la endoscopia en la valoración de lesiones submucosas:

La ecografia hidrogástrica consigue la identificación de lesiones submucosas detectadas endoscópicamente (100 %) , presentando todas ellas un patrón ecográfico muy similar (lesiones hipoecogénicas, de bordes bien definidos y de tamańo variable). Esta técnica permite además valorar la integridad de las distintas capas de la pared gástrica, existiendo una clara correlación con la endoscopia en aquellos casos que existe una solución de continuidad o ulceración en la capa mucosa (ecográficamente la úlcera se observa como una zona hiperecogénica en la cúspide de la lesión).

- Estadificación transmural del Cancer gástrico:

En nuestra experiencia, la ecografía hidrogástrica es un método altamente fiable en la detección de lesiones proliferativas (87%) y en el diagnóstico preoperatorio del grado de infiltración transmural del cáncer gástrico (81%). La sensibilidad de esta técnica en el estadiaje del Ca. gástrico depende de la localización de la lesión, siendo superior en las lesiones localizadas en el antro que en aquellas más proximales (93% en antro, 90% en cuerpo bajo y 60% en fundus). Estos resultados hacen de ésta, una opción competitiva frente a otros métodos diagnósticos clásicos como la TAC, la RMN o la ecoendoscopia.

Estudio de posibles compresiones extrínsecas y valoración de posible infiltración de la pared gástrica en masas epigástricas y tumores localizados en la vecindad del estómago.

CONCLUSIONES

· La ecografía hidrogástrica permite, mediante el llenado del estómago con un volumen variable de agua, identificar las distintas capas de la pared gástrica y valorar algunas de las lesiones que asientan sobre las mismas.

· Esta técnica permite complementar la valoración lesiones submucosas gástricas y masas extrínsecas, así como realizar la estadificación transmural del cáncer gástrico y determinar la posible infiltración de la pared gástrica en tumores localizados en la vecindad del estómago.

· En ningún momento se pretende que la ecografia hidrogástrica sustituya a otras técnicas como la endoscopia, la ecoendoscopia, la TAC o la RMN, pero sí se plantea que pueda ser un complemento a la endoscopia y una alternativa a otros métodos diagnósticos, ya que no es invasiva, es de fácil manejo y disponibilidad y de bajo coste.