GATO
MARIPOSAS
El par de oídos de
las mariposas, conocidos como los órganos timpánicos, se encuentran uno a cada lado de
la parte posterior del tórax o en la base del abdomen. Cada oído se ve como una pequeña
cavidad, cubierta en parte por un pliegue del tegumento. En la abertura se observa una
fina membrana cuticular, que es el tímpano, asociado a sacos aéreos; otra membrana
contratimpánica actúa como resonador; existen tan sólo dos células acústicas, cuyas
fibras, junto con otra proveniente de una tercera célula no auditiva, forman el nervio
timpánico, que va a comunicar con el sistema nervioso central.
Tan pronto como las
mariposas perciben los sonidos emitidos por los murciélagos, cambian rápidamente el
curso de su vuelo, zigzaguean o vuelan en espiral, o simplemente se dejan caer al suelo,
mediante el plegamiento de sus alas; en esta forma logran salirse de las sondas de
ultrasonido o área de caza del murciélago, y escapan de ser devoradas. Esto lo logran
cuando el murciélago se encuentra bastante retirado de ellas, pues si está muy cerca la
escapatoria se dificulta mucho más y no siempre la consiguen. De cualquier manera, no
deja de ser extraordinario que la vida de la mariposa dependa de tan sólo dos células
auditivas
en cada oído. Esta situación se complica aún más en ciertas ocasiones,
cuando la palomilla queda sorda de uno de los oídos y, sin embargo, sigue reaccionando
favorablemente en su escapatoria del quiróptero.