INTRODUCCIÓN

RUIDOS Y VIBRACIONES EN LOS SISTEMAS DE VENTILACIÓN




La evolución experimentada por los países desarrollados en las últimas décadas, con un crecimiento de la actividad industrial y un aumento continuado del volumen de tráfico en todos los medios de transporte, han contribuido, en cierto sentido, a elevar la calidad media de vida de los ciudadanos y también, en sentido contrario, a disminuirla como consecuencia del notable incremento de la contaminación ambiental y, en particular, de la contaminación acústica. De hecho, durante los últimos veinte años la cantidad total de energía acústica producida se ha duplicado en los países industrializados, aumentando especialmente en las áreas urbanas densamente pobladas.

A ello hay que añadir que las actividades de turismo han creado nuevos puntos y fuentes de ruido, provocando que, si bien el problema de la contaminación acústica es fundamentalmente urbano, cada vez es más frecuente encontrarlo también en determinadas zonas rurales.

La contaminación acústica es motivo de preocupación por las graves molestias que origina y por sus efectos sobre la salud (tanto fisiológicos como psicológicos), el comportamiento humano y las actividades de las personas. Prueba de ello es que gran parte de las denuncias y quejas en materia ambiental planteadas ante las autoridades tienen por objeto actividades que provocan ruido o vibraciones excesivas y molestas.
 



EL RUIDO

 

Los tres parámetros que determinan si un ruido es peligroso para la salud, son los siguientes:

 

§         Intensidad acústica, que representa la energía acústica que se transmite por unidad de  área (dB)

§         Frecuencia, que son los ciclos/s de una onda de presión

§         Tiempo de exposición, que es el tiempo al que está expuesto a un determinado ruido

 

Conocidos los tres parámetros, se calcula la dosis de exposición al ruido, comprobándose si se supera o no el límite permisible.

 

Los valores, de frecuencia y de intensidad acústica, a los que percibe el oído humano son los siguientes:

 

  • Frecuencia: 20 a 20000 Hz
  • Tiempo de exposición: 0 a 120 dB

 

Se  designa con nivel equivalente (sonoro), a la dosis de ruido continuo que puede percibir un trabajador en una jornada de 8 horas, considerando la jornada semanal de 40 horas (lo normal es trabajar con dBA.):

 

  • < 80 dBA, el ruido no es molesto, no afecta al desarrollo de la actividad laboral
  • = 90 dBA, existen medidas de protección y prevención exhaustivas
  • > 90 dBA, existe riesgo grave e inminente

 

La Normativa aplicable al ruido en el ambiente de trabajo es el R.D. 1316/1989. (En la actualidad, el límite de 80 dBA se quiere reducir a (70 – 75) dBA).

 

 

En el momento de tomar la decisión de cómo diseñar acústicamente un sistema de ventilación, se debe elegir aquel diseño que proporcione un nivel del ruido de fondo con una intensidad suficientemente baja como para no interferir con los requerimientos de los ocupantes de los espacios y, además, tenga una calidad que cumpla con las condiciones que a continuación se enumeran:

 

1-     Tener una intensidad aproximadamente constante, sin que las variaciones nunca sobrepasen los 3 dB.

 

2-     Tener una distribución espectral bien equilibrada en una amplia gama de frecuencias.

 

3-     No producir sonidos de marcadas características tonales, como pueden ser silbidos, zumbidos, o retumbos.



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