6.- Inmunidad electromagnética de los dispositivos médicos


      Desde las primeras etapas e la instalación de varios equipos próximos, se debe tener en cuenta que, además de funcionar correctamente por sí solos, los equipos o sistemas están en un entorno que puede alterar su funcionamiento, y que no debe contaminar electromagnéticamente más allá de unos límites impuestos por normativas oficiales.

      Ello conduce a cuidar dos aspectos fundamentales: la integridad de la señal, que puede alterar por interferencias internas el sistema (ruido), y la emisión e inmunidad electromagnética, que se relacionan con las interferencias externas del sistema al entorno, y del entorno al sistema.

      La intermodulación es un fenómeno asociado con la interferencia electromagnética (EMI). Ésta se produce por el funcionamiento simultáneo de dos o más fuentes que afectan a elementos no lineales en el equipo sensible afectado.

      Un ejemplo de problemas de intermodulación importantes se producen a bordo de barcos o entornos reducidos con gran cantidad de instrumentación, como las UCI. Las interferencias resultan de las reflexiones en las superficies metálicas.

      La inmunidad electromagnética mide el grado de rechazo del equipo a las interferencias externas. Una baja inmunidad afecta internamente al sistema, provocando problemas de integridad de la señal (por susceptibilidad) y posibles fallos de funcionamiento.

      Las emisiones de los equipos de radiotelefonía móviles pueden causar interferencias electromagnéticas con equipos médicos eléctricos y producir fallos en el funcionamiento de los mismos.

      Las personas con implantes activos o pasivos, así como los vitales o de mejora de las condiciones de vida y los pacientes en unidades de cuidados intensivos, pueden tener riesgo de funcionamiento incorrecto de estos dispositivos médicos si están expuestos a campos electromagnéticos.

      Algunos efectos posibles de esta interacción de campos de alta frecuencia incluye daños en la circuitería electrónica, corrientes inducidas y calentamiento de implantes electrónicos.

      Los implantes médicos activos transmiten energía al cuerpo. Normalmente, estos implantes están autoalimentados, tales como marcapasos, desfibriladores o bombas de insulina.

      Entre los dispositivos activos implantados, se le presta especial atención a los marcapasos. Las interferencias por campos electromagnéticos de alta frecuencia pueden dañar al sistema de transmisión de energía del implante, la unidad de programación o puede resultar un calentamiento de la unidad completa. La interacción con los campos electromagnéticos, de frecuencias comprendidas entre 918 MHz y los 2450 MHz, puede tener lugar directamente por el generador de pulsos o por la antena formada por el sistema.

      Las interferencias con los implantes de oído interno es posible a través de la recepción directa de las señales de radio. Los dispositivos de ayuda a la audición pueden ser afectados, en el caso de radioteléfonos, desde una distancia de hasta 1m. Esta clase de interacción no es crítica para a salud, pero puede producir efectos molestos.

      En caso de implantes metálicos, especialmente en implantes ortopédicos de gran tamaño, un aumento de la absorción local de energía de campos de alta frecuencia puede producir un calentamiento de los tejidos circundantes.

      Otra categoría comprende todos los dispositivos médicos activos utilizados en las Unidades de Cuidados Intensivos, tales como diferentes tipos de sistemas de monitorización: ECG y monitor desfibrilador, monitor de presión no invasiva... En tales equipos, un acoplamiento de un campo electromagnético puede causar un funcionamiento incorrecto o alteración de la señal analizada en la transmisión o en la monitorización. La consecuencia puede ser desde una interpretación errónea a una situación crítica. Medidas llevadas a cabo demuestran que la mayor parte de los equipos hospitalarios tienen un radio de interferencia de aproximadamente 1m para radioteléfonos digitales de 2W.

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