Elección de la órbita más adecuada

    Se ha dedicado una gran cantidad de tiempo en intentar establecer un estándar común y global para las comunicaciones. El objetivo de los satélites es proporcionar cobertura a todas las partes de la Tierra, incluso a aquellas donde los servicios de comunicación se convierten en una tarea muy cara o dificultosa.

    Aunque todos los tipos de órbitas fueron considerados para las comunicaciones vía satélite en los años iniciales, las órbitas geoestacionarias se convirtieron rápidamente en la órbita a emplear gracias a las grandes ventajas que éstas ofrecían.

    Un satélite geoestacionario tiene muchas ventajas, como una amplia cobertura, alta calidad, posibilidad de utilización en aplicaciones de comunicaciones muy diversas y su coste económico global es menor que en los otros sistemas. Además, la sincronización de su órbita con la rotación de la Tierra, convierte el proceso de seguimiento del satélite en mucho más simple que en el de las órbitas no geoestacionarias.

Desventajas de las órbitas no geoestacionarias

    Veamos las desventajas que presenta el uso de órbitas no geoestacionarias (LEO, MEO ).

La lista de desventajas parece ser demasiado larga frente a los satélites geoestacionarios. ¿Qué es lo que impulsa el uso de estas órbitas?

Problemas con los satélites geoestacionarios

    En un satélite en órbita geoestacionaria, la señal tiene un gran retardo de propagación, imposible de evitar por la gran distancia de la órbita a la Tierra (35786 km) y la velocidad finita de las ondas electromagnéticas. Con esa distancia y con la velocidad de la luz (3.105 km/s), el tiempo de propagación de la señal, considerando el enlace ascendente y el descendente, se encuentra entre los 240 y 270 ms, dependiendo del ángulo de elevación de la posición del usuario con respecto al satélite.

    Una llamada telefónica internacional tiene un retardo medio de unos 540 ms. En un sistema de comunicación telefónico, ese retardo puede causar un eco durante las conversaciones, que puede ser mitigado mediante los canceladores de eco. Sin embargo, en el caso de transmisiones de datos, ese retardo puede causar errores, con lo que se precisan técnicas de corrección de errores.

    Otra desventaja comparable al retardo de propagación son las grandes pérdidas de transmisión. Si pensamos en los posibles terminales móviles futuros con una potencia limitada y un tamaño muy reducido, no permiten el uso de una órbita geoestacionaria. Incluso con la tecnología actual, el terminal más pequeño para un satélite geoestacionario tiene el tamaño de un folio A4 y un peso de 2.5 kg ( se corresponde con el estándar mini-M de INMARSAT-M).

    La principal desventaja de las órbitas geoestacionarias es la escasa cobertura que se proporcionan a lugares correspondientes a las latitudes lejanas al ecuador ( zonas polares o cercanas a éstas ).Para acceder al satélite geoestacionario, requerirían de ángulos de elevación muy pequeños.

    Estos problemas con los satélites geoestacionarios, a la vez que algún otro, como el alto de coste del lanzamiento es lo que ha impulsado el uso de órbitas diferentes.

Comparación entre los distintos sistemas

    En la siguiente tabla, se indican las principales características de los distintos sistemas de satélites.

CARACTERÍSTICAS

 

TIPOS DE SISTEMAS DE SATÉLITES

(según órbita)

 

 

 

Geoestacionarios

  No

Geoestacionarios

  GEO LEO MEO
Distancia a la Tierra 35786 km 200-3000 km 3000-35786 km
Número de satélites 1 Muy alto ( > 20 ) Entre 8-16 aprox.
Coste por satélite Muy alto Bajo Medio
Coste del sistema Economico Máximo Medio
Uso de terminales portátiles Muy dificil Posible Posible
Retardo de propagación Alto (270 ms) Bajo (5-20 ms) Medio (20-270 ms)
Pérdidas de propagación Altas Bajas Medias
Complejidad de la red Sencilla Compleja Media
Periodo de desarrollo Largo Largo Corto
Vida del satélite (años) 10-15 3-7 10-15
Visibilidad del satélite Siempre Corta Media

    Como se puede apreciar, los satélites LEO los que menos retardo de propagación y menos pérdidas poseen.

    Son por ello, los que más posibilidades ofrecen para la implementación de comunicaciones móviles vía satélite. Pero presentan ciertos problemas:

 Conclusión----------------------------------------------------

   Los satélites en órbitas medias son los que presentan un futuro más prometedor. Han sido elegidos a favor de los satélites LEO y GEO después de exhaustivos estudios tanto técnicos como económicos. Los GEO pueden ser muy complejos, con pérdidas de propagación demasiado elevadas como para el uso de terminales portátiles y móviles (principal aplicación a la que se dirigen los MEO y con un enorme mercado). Los LEO presentan una vida más corta, con problemas tanto de realización como de mantenimiento de la órbita y son, con diferencia, los más costosos.

    Los satélites MEO parecen ofrecer una solución óptima. La decisión de su uso se ha basado en la calidad de servicio, riesgos técnicos en su construcción y lanzamiento y coste de mantenimiento y realización de la red.